Añoraba como las estrellas un poco de claridad para verse reflejada en el mar.
Añoraba como las niñas, ese muñeco, que les da la tranquilidad cada noche y cada día.
Añoraba cada noche, esos brazos que me sujetan y protegen cada día y cada noche.
Que me recogen las mañanas entre cálidos abrazos.
Que me protegen cada noche de mis pesadillas.
Añoraba esos labios de miel, que endulzan cada momento de tristeza y amargura....
Que transportan mi cuerpo a las nubes, al cielo.
Que me llevan a tocar las estrellas y la luna si me lo propongo.
Añoraba cada instante a su lado, añoraba su aliento y besos cada mañana.
Esos besos en mi espalda cada noche, y cada nuevo amanecer en mi cara.
Añoraba esas manos, cuando cubren y dibujan como en folio blanco mi figura.
Esa sensación que eriza cada vello de mi cuerpo...
Añoraba todo detalle, toda mirada.
Añoraba esos ojos, donde los mios se clavan y pierden la noción del tiempo.
Añoraba su mirada, donde guardo cada uno de mis recuerdos.
Donde mi cuerpo y el reloj se paran.
Añoraba llegar a casa.
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